martes, 12 de diciembre de 2017

Definiciones 2018

Estamos en el momento de las definiciones, ahora si las cosas comienzan a tomar un rumbo más claro e independientemente de los candidatos, lo que podemos observar es como se están conformando los grupos de poder.
Los candidatos de las coaliciones y partidos con posibilidades de triunfo están ya claros, por el partido gobernante el candidato es José Antonio Meade, por el frente todo indica que será Ricardo Anaya, y por Morena, PT, Andrés Manuel López Obrador.


Lo que veremos en los próximos días es un  proceso en el que los candidatos harán una precampaña para afianzar su imagen algunos, para delinear su ruta de campaña otros.Por un lado la coalición "al frente por México".


El domingo 10 de diciembre por fin Ricardo Anaya declara formalmente su intención de ser el candidato del frente para disputar la presidencia de México, una ruta que estaba definida desde hace mucho tiempo, y que muchos al interior del PAN intentaron desafiar, pero fueron derrotados entre ellos Margarita Zabala, esposa de Felipe Calderón, y Rafael Moreno Valle exgobernador de Puebla. Ambos fueron derrotados y todos sus esfuerzos fueron infructuosos, Margarita renunció a su militancia, mientras que Moreno Valle espero hasta el final; solo para llevarse una amarga sorpresa.


Lo que resulta realmente sorprendente es que Miguel Ángel Mancera que unos días antes había sido ungido por el PRD, como su candidato a la presidencia, solo para que el pasado sábado 9 de diciembre anunciara, custodiado por Cuauhtémoc Cárdenas, que no participaría en el proceso de selección de candidato a la presidencia de la república por el Frente, aludiendo a que no había condiciones democráticas en el proceso de selección, toda vez que será Acción nacional el partido que designará al candidato presidencial.


Así las cosas Anaya se perfila para ser el candidato del Frente, además de ser el mejor posicionado en las encuestas, por lo que no se ve como los otros personajes al interior del PAN que le disputarán la candidatura puedan ganarle. El candidato Anaya nos pone un escenario definido, la coalición del Frente, busca unida ganar la elección presidencial, unidos tienen una posibilidad mayor, a que si fueran junto, pero no es una simple unión de porcentajes electorales lo que se vislumbra en este Frente, y contrario a lo que dicen tampoco es por la búsqueda de una transformación profunda del sistema político mexicano, y es que sus acciones los delatan, se trata de un pacto cupular, por la obtención del poder, esto no es debe llamarnos a sorpresa, todos los actores políticos están motivados por esa ambición. Pero seamos claros ¿cuál fue el factor de decisión para que el PRD y el PAN optasen por coaligarse? Además de la aritmética, el PRD tienen una condición especial en los últimos años, la perdida dramática de peso electoral en todo el país, a pesar de su sonado incremento en el número de votos que tuvo en el Estado de México, lo cierto es que el PRD, se ha desdibujado en los últimos años, y casi resulta imposible diferenciarlo del PRI o del PAN, fue un factor importante para brindar en charola de plata las tan anheladas reformas, para que Peña Nieto se apuntara ese éxito en sus primeros años de gobierno. Una senda de reformas cuyos beneficios brillan por su ausencia.


El PAN, luego del desgate de 12 años en el poder, no levantaba cabeza, aunque Anaya quiere vender que en lo últimos procesos electorales el PAN ha repuntado y hoy tiene el mayor número de gubernaturas en su historia; los cierto es que las condiciones electorales locales responde a otras circunstancias, los triunfo del PAN y sus socios, son más el resultado del desgaste del PRI, que las cualidades propagandísticas del PAN.


El otro contexto a tratar es el pacto que Anaya tenía con el PRI-Gobierno, ya desde el Pacto por México, no porque él lo haya fraguado sino porque lo secundo como presidente de la Cámara de Diputados, luego consolido esa alianza y se veía una clara sintonía entre las decisiones del partido con los designios desde los Pinos, pero esa luna de miel se terminó en las elecciones del año pasado, Coahuila se la quedo el PRI a la mala y usando todo su poder para conseguirlo; mientras Anaya lucho con lo que tenía, desde las Cámaras ordeno obstaculiza el avance de la agente programática del gobierno, el más significativo de ellos, impedir que el procurador carnal, se convirtiera en el primer fiscal, producto de la reforma que creaba una fiscalía, que cuyo titular sería transexenal durando 9 años en el cargo.


Luego vino el contra ataque del PRI, con una campaña negra encomiable, señalando la senda de enriquecimiento de la familia política de Anaya, como si esto fuera una anomalía en la clase política mexicana.


Anaya llega fortalecido, tocado quizás, pero lo que no te mata te hace más fuerte, y la designación de Meade como candidato del PRI, parece confirmar que Anaya será la punta de lanza del sistema para las elecciones del 2018. 


Por lo que toca a Meade como candidato del PRI.Cuando por fin se destapo a Meade para pocos hubo una sorpresa, ya la rumorología había señalado al elegido, y la verdad todo eso de las formas priista da mucha flojera, lo cierto es que el PRI, no se puede retro traer de su historia, y por más que repitan hasta hartazgo que son el nuevo PRI, la historia y la costumbre terminan pesando más.


Sin embargo con Meade como candidato termina una etapa del PRI, no una de su mejores, sino una de las más corruptas e incompetentes en su historia; el grupo en el poder no pudo colocar a uno de sus fieles soldados al frente de la candidatura  presidencial y si bien Meade es parte de grupo del poder, no es ni por mucho un candidato hecho en el seno del partido.


Porque digo que culmina una época porque este grupo no tiene ya mucho futuro, pase lo que pase en la elección del 2018, la elección de Meade es la claudicación del grupo en el poder, no es ni será en los meses que vengan un candidato competitivo, ni podrá emocionar siquiera a la base priista; esta base tendrá que ir eligiendo entre Andrés Manuel López Obrador o Anaya, pues su candidato tiene una difícil senda ascendente hasta la silla presidencial y el tiempo apremia, los gobernadores priistas tiene poco tiempo para tomar una decisión; la cual no será difícil de tomar, pues han visto canceladas cualquier aspiración en el 2018.


El sistema, el auténtico poder, operara con el frente, el PRI, tendrá que ir calentado la banca de la oposición. Finalmente López Obrador.Un político maduro quien ha navegado contra corriente durante muchos años, ampliamente conocido y que hoy tiene en jaque al sistema completo, el cual está elucubrando como le quita puntos porcentuales a Morena para acercarse al triunfo, mientras sus opositores se mueven entre los veintes, el ronda los treintas; si esto fuera una democracia consolidada y sólida quizás no tendría mucho de qué preocuparse, pero en un sistema como el mexicano, hay que buscar una ventaja lo más amplia posible, y ello no solo depende del candidato, también del grupo que lo acompañara en esta aventura electoral; la más importante por todo lo que está en juego, y en la que se tiene que definir el rumbo del país.


Andrés Manuel va con mucha fuerza por la presidencia, tiene un voto duro envidiable, y la posibilidad de capturar el voto de priistas y panistas inconformes o derrotadas en el proceso de selección, que ven como la cúpula del poder se ha repartido las posiciones y poco o nada han dejado a sus bases; también habrá en estas bases partidistas que se planteen, quién tiene una agenda realmente nacionalista en su propuesta, pues ni el PRI, ni el FRENTE, podrán presumir de una agenda nacionalista, más bien los suyo es una agenda entreguista y sumisa a los designios de Washington y cualquier otra potencia con dinero suficiente para comprar sus favores.


La base social que tiene Andrés Manuel es muy amplia, y sobre todo leal, millones de mexicanos ven en él una autentica esperanza, ven a uno de los suyos, difícilmente los otros dos candidatos podrán conectar tan profundamente con la gente.


Que tiene muchos debilidades, por supuesto, que tiene muchos defectos, que no es el la salvación de México ni duda cabe, pero por algún lado debemos empezar a devolver el poder a la gente.


1 comentario:

Unknown dijo...

dale mas a la poesia