Hace unas horas acabamos de presenciar la toma de posesión como el 44 presidente de los Estados Unidos de América, de Barack Hussein Obama.
Son muchos los detalles históricos los que abrazan esta toma de protesta, son muchas la esperanzas que se ciernen sobre sus hombros; quizás más que las que un hombre pueda cargar. Sin embargo es una fecha especial, es una de esos momentos que determinan, que le dan forma a los libros de historia; cuando más adelante se haga una análisis, o algún estudiante repase el siglo XXI, este momento será de los más relevantes.
Pues hasta donde llevamos de avanzado este siglo, los que en historia mundial se ha escrito no es muy halagüeño, esta dominado por la Guerra contra el Terrorismo, y las paginas de los libros, los periódicos y la web, están llenos de narraciones e imágenes perturbadoras, algunas de las más representativas, pueden ser los atentados de Atocha del 11 de marzo en Madrid, el atentado en el Metro de Londres, la invasión norteamericana de Iraq, el lanzamiento de bombas sobre territorio Afgano para acabar con Osama Binladen, y recientemente la drástica caída de los mercados financieros mundiales, el derrumbe de grandes instituciones, emblema del capitalismo Norteamericano, el asenso de economías emergentes como China, India o Brasil; pero ninguno de estos acontecimientos con tanta fuerza y violencia, como la precipitación de las Torres Gemelas sobre sus propios cimientos en Nueva York un 11 de septiembre en el año 2001, un hecho que marca de manera clara el inicio del siglo XXI, ya nada es igual, ni lo volverá a ser.
Hoy todas las vulnerabilidades de Estados Unidos están al descubierto; con dos guerras en cima, de las cuales no se ve claro que puedan salir bien librados, con una economía en franca recesión, parece que la ineficiencia se ha apoderado del imperio. Y pese a todo ello hoy hubo un evento que pretende desafiar toda esta adversidad.
El optimismo tiene un representante en su lucha contra el pesimismo, Obama, es el encargado de representarlo.
Hoy a tomado posesión el primer presidente de raza negra, hijo de una madre blanca de Kansas, y de un hombre negro que nació en una pequeña villa de Kenia, que representa las aspiraciones de su pueblo, nos recuerda que todo anhelo es valido, y que Estados Unidos sigue siendo un país donde las cosas pueden ocurrir, donde los sueños se pueden hacer realidad.
Aunque no creo que un solo hombre sea la solución a los enormes problemas, si creo que los mensajes son importantes, y la asunción al poder de Obama es una señal inequívoca de que nada esta escrito, de que somos capases de moldear nuestro futuro. Algo sin duda ha cambiado, tenemos una gran responsabilidad frente a nosotros, (lo digo así por que los problemas de este siglo son globales y alguna responsabilidad nos cabe).
Ojalá que cuando ese estudiante de historia este repasando los capítulos que determinaron el rumbo del siglo XXI, este sea el episodio que marco el punto de inflexión para un mejor futuro de la humanidad.
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