Los problemas tienden a acumularse si no se resuelven; al día de hoy ¿cuantos enfrentamos en nuestra vida diaria?, tenemos miedo al salir a la calle, la oscuridad es más desafiante que antes, desconfiamos de quien se nos cruce en nuestro camino, hacemos como que no vemos, cuando nos toca presenciar al un acto que este fuera de la ley; de todas formas no hay autoridad que me haga caso, pensamos para nuestros adentros.
¿En que punto estamos parados?, ¿A donde nos conducen nuestros líderes?.
Cuando vemos discusiones tan vánales como la de en que momento deben pasar los promocionales de los partidos políticos, o que hay que vigilar y censurar lo que en internet se transmite; y dejamos de lado la agonía de miles de familias afectadas por el crimen organizado, o por la pobreza, acaso ya no son importantes estas familias, no nos interesa el dolor por el que están pasando, el que alguno de sus miembros a sido secuestrado y peor aún asesinado.
Debemos dejar pasar estos hechos, y seguir adelante como si nada, ¿merece algún respeto la vida humana? ¿somos tan importantes, como para reparar en el dolor que sufren algunos congéneres de nuestra propia especie? Me lo pregunto por que parece que la respuesta a estas preguntas fuera, la de que no vale la pena, hay tantos de estos seres sobre el planeta, que sería deseable que un cataclismo mayor redujera en manera significativa la población total de la especie.
Todo apunta a que somos una especie particular, o así queremos creerlo, por lo menos así parece ser la que hay un libro al que llaman constitución, y que dice que aquel que mate a un individuo de la especie homo sapients, será castigado.
Ese precepto parece no importar, por más que se resalte en negritas, ¿podríamos decir que el crimen más castigado en nuestra homínida sociedad sería el asesinato?. Si así es ¿que pasa con todos aquellos actos que están fuera de la ley pero que no son tan importantes como el asesinato?. Pues estos tienden a ser repetidos con más frecuencia.
Hoy es aniversario de ese libro para algunos casi sagrado llamado Constitución, desde 1917 esta república llamada Estados Unidos Mexicanos, ha plasmado los mas altos anhelos en sus paginas. Fue así que quedó asentada la igualdad de los ciudadanos mexicanos ante la ley, borrábamos de un plumazo la discriminación, aunque hoy en día la palabra indio se siga empleando para denigrar a alguien.
También están garantizados los derechos a la educación, a la salud, hasta tenemos derecho a ser felices. Sin embargo hay algo que impide que los nobles deseos de nuestra Carta Magna se cumplan, hay algo que lo impide.
La ley por alguna razón no se cumple, no hay castigo para los asesinos de una niña, por consiguiente no hay justicia rápida y expedita; hoy basta decir que todo indica que es obra del crimen organizado, para que a todos nos quede claro que le caso no tendrá solución.
Hay una abismal ineficiencia en nuestro sistema de justicia, por que cuando el 90% de los delitos que se denuncian no se resuelven, entonces andamos muy mal.
Llamémosle como sea, apuntemos el dedo inquisidor a donde queramos, busquemos culpables, hagamos también detrás del espejo.
Creo que nos hace falta renovar nuestros votos para con ese libro, ¿quien quiere jurar la Constitución?.
Algo debe sacudir las conciencias de millones de mexicanos para que las cosas cambien, queremos un país seguro, con libertad de expresión, con posibilidades de salir adelante gracias a nuestros esfuerzos. Entonces no dejemos de señalar lo que esta mal, no alejemos los ojos de lo importante por que lo urgente se impone.
¿Y como vamos a celebrar la Constitución?.
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