Hoy Obama anunciara el inicio retiro de las tropas norteamericanas de Iraq, será hasta el 2011 cuando salga el ultimo batallón, la acción tienen una repercusión enorme, porque representa muchas cosas; una de ellas, el cumplimiento de una propuesta de campaña del presidente Barack Obama, otra mucho más importante el fin de una intervención militar norteamericana, que nunca conto con el soporte unánime de la comunidad internacional, solo algunos cuantos países acompañaron en esta aventura a los Estados Unidos.
Esta guerra significa mucho para la política exterior de Estados Unidos, el anuncio del retiro de las tropas, no se realizara en tono victorioso, la intervención norteamericana, en Iraq se puede calificar de muchas formas, pero que el calificativo de exitosa, será difícil de colgárselo.
Las muertes de soldados norteamericanos fueron unos de los alicientes del cambio para la elección de 2008, no quedaba claro para la opinión publica norteamericana, porque sus jóvenes estaban muriendo en aquellas tierras, si el enemigo al que fueron a combatir ya había caído, ¿que obligaba a las tropas a quedarse? ¿con que propósito?.
Muchas teorías salieron al paso para responder estas preguntas, porque la respuesta del gobierno de que “Estaban ahí para liberar al pueblo Iraquí y transformarlo en una democracia” a nadie dejó satisfecho. Era mejor creer que se trataba de una intervención que buscaba la cabeza de Hussein, y el petróleo de Iraq. Al final ahorcaron a Saddam, del petróleo no se ve como puedan comercializarlo, con una bomba esperando al paso de cualquier convoy.
Con bombazos suicidas en lugares públicos, los atentados a las fuerzas militares intervencionistas, una democracia si es que se le puede llamar así embrionaria y endeble, el resultado de la intervención militar de 7 años norteamericana, se percibe a simple vista como un fragante fracaso, muy parecido a la guerra que se sostuvieran en Vietnam, las comparaciones con esta surgieron desde el inicio de la intervención, hoy son más parecidas que nunca.
Otra comparación es la hecha por Jean Meyer en su columna del universal, que compara la intervención norteamericana en Iraq y Afganistán con la realizada por Francia en el siglo XIX; donde recoge que los cálculos de los invasores no fueron los correctos, y los enormes costos que ocasionó para su gobierno.
Esta guerra al igual que la de Vietnam marcará a una generación de norteamericanos, ya en la década que inicia veremos como las películas alusivas a la misma se reproducen, y no faltará que el nuevo rambo resurja en medio del desierto, y tratar de darle una ilusión de victoria a esta intervención.
La estela que queda después de esto es enorme, la repercusiones no las alcanzamos a vislumbrar desde la lejanía, ni con la escases de información que no sea de los intervencionistas disponible. De lo que se ve, la sociedad iraquí no la tiene fácil, con extremistas sueltos por todo el territorio, con Al Qaeda asechando, con un estado como Irán que no a cesado de intervenir, con una democracia que no termina de incubarse en la sociedad, el reto para los 20 millones de iraquís es enorme.
Para Estados Unidos termina el enorme flujo de recursos que exigía esta intervención, y ahora se concentraran en Afganistán, de donde también está presurosos de salir, porque los objetivos están muy lejos de conseguirse.
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