sábado, 11 de septiembre de 2010

La Guerra contra el Narco

 

 

El tema de inseguridad es que lidera en la consciencia colectiva como el principal de los problemas que enfrenta el país. Ya aquí mismo he tocado el tema de la legalización de las drogas, el porque estoy a favor; pero también estoy a favor de combatir la criminalidad en cualquiera de sus modalidades.

Las criticas al presidente Calderón por su iniciativa de combatir al crimen organizado, como una de sus prioridades al inicio del sexenio, se han ido incrementado a la par de las cifras que enumeran el numero de muertos en 28 mil que se relacionan con esta lucha. Nadie puede sentirse seguro en el estado actual de las cosas; por ejemplo que un carro bomba haya sido desactivado el día de hoy en ciudad Juárez, que es la ciudad emblemática de esta guerra contra el narco.

En un contexto donde las primeras planas de los periódicos, y los encabezados de los noticiarios nos muestran a diario la crónica de la muerte, del enfrentamiento entre el ejercito, la policía federal, contra las bandas de maleantes. No puede uno sustraerse de esa realidad, aunque se viva en un municipio donde todo eso parece lejano, sin embargo cuando hablas con parientes que viven en Tampico, Reynosa, o inclusive Poza Rica, te das cuenta de la presencia del narco, de los zetas y de otras bandas, te hablan de los lugares que hay que evitar, y hasta te recomiendan como actuar en caso de estar en el lugar equivocado en el peor de los momentos.

Este contacto  con la gente que padece de manera cotidiana los estragos de esta guerra, aunado a lo que se nos presenta en los medios crea un ambiente que nos envuelve en la zozobra y arrebata el optimismo.

Que se transforma en trágica realidad para personas que son afectadas directamente por la muerte a manos de los criminales o como recientemente le ocurrió a una familia, en manos del ejército. Son las cosas que nos hacen pensar y preguntarnos ¿Que necesidad de continuar?, ¿Para que seguir con esta lucha?, ¿Que hagan lo que quieran, hay que dejarlos en paz?. O a afirmaciones como la de “Es imposible ganarles esta guerra”, “Toda la culpa es del Presidente, para que se mete con ellos”, etc.

Por supuesto que hay cosas que criticar sobre esta guerra contra el crimen organizado liderada por el presidente Calderón, hay errores grandes, que han costado la vida de civiles inocentes, la violación de las garantías individuales de muchos ciudadanos, el quebrantamiento de la relativa tranquilidad de ciudades tan importantes como Monterrey, Juárez, Chihuahua, Reynosa,  en donde resulta imposible abstraerse de la violencia.

Los reclamos están a la orden del día, cada vez los ciudadanos muestran una menor tolerancia a los errores del gobierno en esta lucha, y la verdad que bueno que así sea. La critica arrecia, y eso también es una buena señal, no se puede pretender silenciar los lamentos de los afectados, de los críticos, y de la sociedad en su conjunto.

Comparto algunas cosas con los críticos a esta ofensiva encabezada por el presidente, que la tachan de incompleta, por no cubrir debidamente el tema de la prevención a las adicciones, que son en definitiva parte del problema que tenemos hoy frente a nosotros. Todo parece indicar a que el consumo nacional de drogas esta alentando la lucha por territorios en México, y esto es uno de los factores que tienen al país lleno de criminares armados en todo el territorio nacional.

Definitivamente no es el único factor, el principal es esa enorme y porosa frontera que compartimos con los Estados Unidos, el mayor consumidor de drogan del planeta, por ende el mercado por excelencia, y para satisfacer la demanda de drogas de esta país, la mejor plataforma es México, por su frontera, si; y por todo los demás que ofrece, autoridades fácilmente sobornables, una mercado creciente en el consumo de drogas, y un campo fértil para otro tipo de actividades, tanto de lavado de dinero, como el aprovechamiento de la debilidad de su capacidad punitiva.

Las banda de criminales, han experimentado un crecimiento en la ultima década, especialmente a costa del debilitamiento de los carteles colombianos. Que copados al interior de Colombia, y con el apoyo de los Estados Unidos lograron reducir la influencia de estos carteles; aunque Colombia sigue produciendo ingentes cantidades de cocaína. Los carteles colombianos han dejado de señorear el trafico de drogas hacia Estados Unidos, los nuevos mandones son los carteles mexicanos, son estos los responsables del suministro al gigante del norte.

Lo que esto representa para los carteles nacionales, son enormes cantidades de recursos, que han catapultado a estas bandas a empoderarse en muchas ciudades de México, y de controlar no solo el trafico de drogas, sino, el crimen en todas sus modalidades, como el trafico de personas, el secuestro, el cobro de derecho de piso. Los tentáculos de narcotráfico se extiende a muchas actividades ilegales y hasta, legales.

El proceso de deterioro lleva mucho tiempo, fue precisamente la idea de que los narcotraficantes se limitarían a llenar de droga los Estados Unidos, lo que permitió que este problema se extendiera, y es que debemos entender que si alguien tiene la oportunidad de apropiarse del poder lo va hacer, ¿porque se habrían de conformar con controlar un solo negocio si los pueden tener todos?.

No es la iniciativa del presidente Calderón per se, la única responsable del nivel de violencia que se vive en el país, y el cual no deja de crecer conforme avanzan los días, la violencia ha llegado a niveles insospechables como el asesinato del candidato a gobernador de Tamaulipas, así de grande es el problema que tenemos encima.

Por ende no critico que le presidente haya decidido enfrentar el problema, no es la acción en si, no veo que haya muchas más alternativas, sobre todo con el nivel de armamentismo que tienen el día de hoy las organizaciones criminales. El problema que le vi de inicio, es la forma de presentarlo, tratar de vender esto a la opinión publica, como una “Guerra”, y hacer de esto la prioridad de su sexenio, si bien el presidente explico desde un principio que esta sería una lucha larga, dolorosa, donde muchos morirían, nada nos preparo para lo que presenciamos hoy.

Vender esta lucha como la Guerra contra el Narco, sacar promocionales alusivos al mismo, querer venderle a la opinión publica esto como un logro, le dio dividendos al presidente, hoy esos dividendos se han diluido, y ni la aprensión de lideres de estas bandas, sirve para remediar esta situación. Toda esa propaganda al rededor de la Guerra contra el Narco se le a revertido al presidente, y ante los ojos de la opinión publica generalizada y mayoritaria aparece como el único responsable.

En una búsqueda por tratar de remediar en algo esta situación se dieron los Diálogos por la seguridad. Para muchos llegaron tarde, pero mejor tarde que nunca. Ahora hay que ver de que forma se restablece un cierto grado de paz, en los territorios hoy sacudidos por la violencia.

Ya he comentado que los mejores resultados de esta Guerra, no se han dado combatiendo a los maleantes en cada calle de nuestras ciudades, sino como resultado de operativos derivados de un trabajo de inteligencia, que dirigen las acciones de las fuerzas de estado contra los criminales, de forma directa.

En medio de los operativos más espectaculares, las bandas de narcotraficantes siguen dominando las calles, y cuando se enfrentan contra las fuerzas del estado, normalmente son los civiles los que resultan dañados. Por lo que este punto de la estrategia en donde el ejército este patrullando las calles es otros de los errores que le veo a la misma. Puede estar en ejercito en Juárez, si pero no haciendo retenes, que hasta el día de hoy han arrojado magros resultados, y grandes tragedias.

La labor de las Fuerzas Armadas nacionales es encomiable acorde con su lealtad al país y sus instituciones, al mismo tiempo es la que más estragos esta teniendo en esta lucha, nuestros muchachos son los que reciben los reproches de unos ciudadanos cada vez más molestos. Los estamos arriesgando a la lanzarlos a una lucha sin el respaldo jurídico suficiente, y a veces hasta sin el material para hacerlo.

La Guerra exige de toda sociedad sacrificios, nos demanda estar a la altura de las circunstancias, es verdad nosotros no lo pedimos, no es nuestra culpa, es de alguien más, del presidente, o del gobierno en general, es verdad; lo que también es verdad es que si renunciamos a hacernos cargo de este problema, también estamos renunciando a nuestra propia tranquilidad.

“No hace solamente la guerra el que se halla en el campo”.

Séneca

¿Qué vamos hacer al respecto?

  

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